Monday, November 9, 2009

El divorcio y los jóvenes


Por todo el mundo, el numero de personas que consigue un divorcio está aumentando por muchas razones incluyendo la aceptación del divorcio. Particularmente, la aceptación del divorcio en los Estados Unidos es importante porque es el país con la tasa más alta del divorcio. La tolerancia empezó en 1950- 60 en los Estados Unidos. Antes de este año no se hablaba mucho del divorcio. Hoy en día, el 40-50 por ciento de los matrimonios terminan en divorcio. Esta terminación ocurre por muchas razones incluyendo problemas económicos, personales y sexuales. Aunque el divorcio puede ser una opción atractiva para terminar un matrimonio difícil, los efectos son perjudiciales. El divorcio es muy común en los Estados Unidos y como consecuencia, la terminación del matrimonio influye a los hijos negativamente con respecto a la depresión, la confusión, la ansiedad y el suicidio.

            La edad de los jóvenes es un factor muy importante cuando se explican los efectos malos del divorcio. La gravedad de las consecuencias depende de la etapa del desarrollo del niño. M. Ramírez un profesor de Veracruz, México dice, “los niños de 3−6 años no comprenden lo que sucede y se sienten culpables, en cierto modo, por la ruptura; los de 7−12 años sufren consecuencias escolares, como un retroceso; los hijos mayores entienden el divorcio, se sienten dolidos, críticos, pero consideran que los padres pudieron haberlo evitado si hubieran intervenido sobre la situación” (58). Se puede ver que el divorcio afecta a los jóvenes de edades diferentes en maneras diferentes. La intensidad del efecto depende de la capacidad mental o la edad del hijo y los efectos siempre son negativos. Los sentimientos negativos de los jóvenes se pueden transformar en sufrimientos más peligrosos.

            Una consecuencia de los malos sentimientos es la depresión y la confusión. Estos resultados ocurren porque el divorcio causa un cambio de papel para los hijos. Cuando los padres se separan, frecuentemente el papel del joven se transforma. Esta transformación ocurre por causa del compartimiento y las acciones de los padres. M. Albarracín, un asistente social, explica que, “el principal problema que tienen los hijos es que los padres incurren en una serie de conductas erróneas con ellos. Los padres no deben utilizarlos como "espías" para que les informen qué está haciendo el otro cónyuge, o como "corre ve y dile" o "mensajeros" para comunicarse entre ellos. Los padres no deben presentar reacciones agresivas contra sus hijos para vengarse de la pareja” (15). La separación de los padres crea un papel borroso para el hijo. El papel normal del hijo está olvidado y el joven tiene que asumir en un papel desconocido donde la estructura familiar está destruida. El papel nuevo requiere a alguien más maduro y menos inocente porque está involucrado en un conflicto entre adultos. Este ambiente nuevo causa confusión y depresión y en todos los casos en que el hijo no está listo para este cambio.

            Además, la ruptura de la unidad familiar crea un período de desorganización en la vida de los jóvenes. Un estudio psicológico de Gemma Pons-Salvador y Victoria del Barrio, demuestra que la desorganización del divorcio establece ansiedad entre los jóvenes. Los resultados del estudio indican que, “no existen diferencias significativas entre los niveles de ansiedad de ambos grupos [los que pertenecen a familias divorciadas e intactas]. La ansiedad exhibida por los niños parece estar relacionada con las siguientes variables: el conflicto interparental, las relaciones parentales después del divorcio y la frecuencia de visitas del padre que no posee la custodia del niño”(491). Inicialmente, los niños de familias divorciadas no sufren de la ansiedad a un nivel más grande que los de familias casadas. Sin embargo, el ambiente después del divorcio causa un aumento de ansiedad. La posibilidad de sufrir existe si hay un conflicto que continúa, los padres no son corteses uno al otro o hay una falta de visitas del padre sin la custodia. Para eliminar o reducir la ansiedad es necesario que los padres se lleven bien y visitan con frecuencia para recrear la estabilidad.

            Un efecto enorme y más grave del divorcio es la tendencia de los jóvenes a suicidarse. El acto de suicidio es un resultado de la depresión que se menciona arriba. En un estudio titulado Factores de riesgo de la conducta suicida en niños y adolescentes, los resultados muestran que “ el 58 por ciento de victimas de suicido en comparación del 34 por ciento de controles de la comunidad venían de familias en las que existía una permanente separación o divorcio de los padres biológicos”( Larraguibel et.al 5). El divorcio está relacionado al aumento del riesgo de suicidio. También, hoy en día existe una hipótesis de Al Berman que revela que el incremento del suicidio en los adolescentes en las tres décadas pasadas es atribuible al incremento de las tasas del divorcio (Larraguibel et.al 5). No es cierto si la hipótesis es válida pero es cierto que el divorcio es un factor de riesgo de suicidio.

            En conclusión, el divorcio es algo que ocurre con frecuencia en los Estados Unidos y otros países también. En algunos casos el divorcio es la mejor opción porque es otra oportunidad de empezar la vida y separarse de problemas del pasado. También, no es seguro que todos los jóvenes sufran de estos efectos negativos. Es decir que después de un divorcio si los jóvenes reciben ayuda y apoyo es posible que las consecuencias no resulten. Al otro lado, el divorcio es muy accesible e introduce un ambiente lleno de efectos negativos para los jóvenes. Si la estructura está destruida y los jóvenes no reciben ayuda para entender lo que pasa los efectos como la confusión y la depresión, la ansiedad y el suicidio impactan a los hijos para siempre. Hay dos opciones para cada familia: se queda en un matrimonio conflictivo o se separa y tiene un divorcio relativamente compatible. La decisión de qué hacer es muy importante y depende de la situación de los individuos.

La bibliografía

 

 Albarracín, M. "Divorcio Destructivo: Particularización Sobre Aspectos Del Conflicto." Sistemas Familiares 1991.

 Larraguibel, Marcela, Patricia Gonzalez, and Vania Valenzuela. "Factores de riesgo de la conducta suicida en niños y adolescentes." Revista chilena de pediatria 71.3 (2000). Sci ELO. University of Colorado at Boulder. 2009 .

Pons-Salvador, Gemma, and Victoria del Barrio. "El efecto del divorcio sobre la ansiedad de los jihos." Psicothema 7.3 (1195): 489-97. 4 Oct. 2009 .

Ramirez. "Creencias Infantiles Sobre La Separación Parental." Psicología Conductual

 

              1999. 6 Oct. 2009 .


2 comments:

Jade said...

¡Bien hecho! La estructura del ensayo es muy buena y has apoyado los argumentos muy bien. Me gusta los contraargumentos en el último parrafo, pero ignoras otras razónes por qué el divorcio puede ser algo bueno en algunos casos (como la violencia doméstica etc.) También puedes ofrecer algunas recomendaciónes que pueden evitar el divorcio, como el consejo psicológico para las parejas o para la familia entera. De todos modos, me gustó tu ensayo así y puedes incorporar estas ideas en tu próximo ensayo si quieres.

Morgan J said...

Heather
¡Buen trabajo! Su ensayo es muy claro y conciso. Yo he visto estos problemas en mi familia. Mi hermana mayor tiene un padre diferente y ahora su relación con su padre es muy difícil. Durante su niñez, muchas veces él echaba la culpa en mi madre y mi hermana estaba en el medio. Todavía ella tiene problemas emocionales. Me parece que es una paradoja que vivimos en un mundo donde el divorcio es tan común y hay muchas familias diversas pero todavía nuestra cultural pone énfasis en “La familia tradicional”.