Monday, December 7, 2009

Ensayo de exploracion

Una vida de compulsiones y rituales


Tuve una infancia muy normal. Vivía con mi madre, mi padre y mi hermana en una cuidad en las afueras de Chicago. Mi familia era normal, mi padre trabajaba por un banco y mi mamá nos cuidaba. Cuando tenía 10 años la vida de mi familia cambió; mi padre fue diagnosticado con cáncer, entonces mi familia empezó a pasar mucho tiempo en al hospital. Puedo recordar que el hospital estaba muy limpio y había un olor de cloro. Mi mamá me dijo que el hospital era un lugar dónde quedaban personas con enfermedades similares a la enfermedad que mi padre sufría. Notaba que los doctores y los enfermeros llevaban guantes y se lavaban las manos con frecuencia. Era muy claro que ellos estaban sanos, entonces yo empecé a limpiarme con frecuencia. No quería que otra persona se infectara. Limpiaba los pomos de las puertas y las manos con repetición para eliminar el riesgo de la contaminación de los gérmenes y como resultado se me irritaban y quedaban enrojecidas las manos . Cuando tomé esta costumbre mi familia pensaba que mi conducta era muy extraño pero no me importaba.

Un año después, mi padre se murió y no podía creerlo. No entendía su condición porque pensaba que el cáncer era similar a otras enfermedades; era causado por contaminación y era posible curarlo con la medicina porque usualmente cuando una persona tiene una enfermedad la mejora. Esto no ocurrió con mi papá. Tenía miedo que otro miembro de mi familia sufriera de una enfermedad y muriera. Específicamente, temía que una enfermedad como el cáncer afectara a mi madre y como resultado mi hermano y yo estaríamos solas, sin una familia. Después de la muerte de mi padre, el miedo de la contaminación aumentaba y mi conducta rara continuaba. Un día que recuerdo con detallas ocurrió después de la muerte de mi padre. En este día muchas personas vinieron a mi casa para dar condolencia a mi familia y durante este tiempo no pude abrazar a otras personas, ni tampoco aceptar las ofrendas de comida. Constantemente pensé que todas las personas y la comida estaban contaminadas. Cuando las personas se me acercaban cubría mi boca para que ellos no me infectaran con sus gérmenes. Tenía tanta ansiedad y pensé que el resultado de la contaminación sería horroroso, pensé que mi mamá moriría. Para reducir la ansiedad era necesario lavarme las manos 6 veces al día y limpiar debajo de cada uña para eliminar cada manchita de mugre. Si estaba infectada con la contaminación podía infectar a mi mamá, entonces era necesario estar limpia siempre. Mi miedo de la contaminación y la conducta rara continúa por muchos años.

Hoy en día, tengo 17 años y todavía estoy sufriendo de las obsesiones y compulsiones. El miedo de ensuciarme continúa y la gravedad empeora. Además, cada mañana es como una lucha porque no puedo continuar con mi horario sin completar algunos rituales. Por ejemplo, necesito esterilizar la ducha antes de ducharme y también después; el mismo proceso ocurre cuando uso el servicio. Cuando quiero salir de la casa la ansiedad me afecta porque afuera hay demasiados gérmenes que pueden ensuciarme. Como una precaución, camino por toda la casa para inspeccionarla. Miro todas las ventanas y puertas porque requieren estar cerradas para que no entran la mugre o los gérmenes desde fuera e infecten a mi madre. Normalmente reviso revisar cada ventana y cada puerta cinco o seis veces porque si no lo hago la ansiedad se agrava. La verificación de cada entrada me ayuda con la reducción de la ansiedad, aunque me frustra porque esta conducta lleva mucho tiempo. Algunos veces cuando termino con la inspección salgo de la casa y a la vuelta de la esquina sigo siguiendo la ansiedad y tengo que volver a la casa para hacer la inspección otra vez; esta es la única manera en que la ansiedad se reduce.

Yo sé que esta práctica es irracional; millones de personas tienen contacto con gérmenes cada día y no se mueren. El problema es que yo no puedo párala. Mi familia está preocupada porque la gravedad del comportamiento ha empeorado. También, la conducta es tan excesiva que mi rutina diaria está afectada. Yo sufro de este problema hace muchos años, y ahora va a ser necesario recibir ayuda antes de que asista a la universidad. Hay varias posibilidades para el tratamiento para mi condición. Un tratamiento está basado en exponerme al paciente a la fuente de mi obsesión, y repetir la exposición. Este tratamiento se conoce por sus siglas E.P.R, Exposición y Prevención de Respuesta. Entonces, el terapeuta me expondrá a la contaminación. Será necesario tocar la fuente con los gérmenes sin lavarme a las manos. La idea es que yo aprenda a disminuir mi nivel de ansiedad sin hacer conducta irracional. Además, la otra opción es terapia cognoscitiva o familial. Estas terapias se centran en otras maneras de responder a los pensamientos obsesivos. También, se enfocan en el apoyo de la familia. Estoy lista a liberarme de la conducta irracional y empezar una vida sin interrupciones ilógicas, frustración y ansiedad.

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